viernes, 30 de agosto de 2013

Primeros Días en Olomouc

Al día siguiente me levanté para ir al instituto y empezar a conocer un poco mejor dónde estaban las aulas, el departamento de español y al resto de profesores.

Ese día estaba por allí Eva, una compañera mallorquina que lleva ya seis años viviendo en República Checa, fuera del programa de Secciones Bilingües, y que se pasaba por nuestro departamento para hablar en español de vez en cuando y para echar una mano a los nuevos.

Ese día Vlastík nos enseñó un poco el funcionamiento tanto del programa como del instituto y nos explicó a grosso modo las horas que tendríamos que enseñar, las guardias que tendríamos que hacer, cómo poner las faltas de asistencia, dónde mirar las suplencias que tenías que hacer, los papeleos que tendríamos que hacer... También me dijo que al día siguiente tenía que examinar a un alumno que había quedado con las matemáticas pendientes para septiembre pero que no me preocupase porque el examen ya estaba hecho y sólo tenía que vigilar el examen por si el chico tenía alguna duda y después corregirlo... nada del otro mundo.


Y así se pasó la mañana hasta que llegó la hora de salir y nos llevó a comer con algunas compañeras más que hablaban español. Nos llevó a Antonio y a mí a un restaurante que se llama U Červeného Volka (El Toro Rojo, creo) a tomar unas cervezas mientras esperábamos a que llegasen Eva, Jolana y Veronika. Allí comimos menú del día, yo probé el gulash de cerdo y me encantó, y lo sorprendente fue cuando vimos el precio del menú: 90 CZK (menos de 4€) y otras 37 CZK (1,5€) por la cerveza... ¡sorprendente!

Al acabar nos volvimos en tranvía para casa a seguir ordenando las maletas y limpiando un poco para ir quitando trastos de delante. Después de un poco de recoger y limpiar nos fuimos Antonio y yo a buscar un supermercado por los alrededores para poder hacer la compra. Así encontramos que a cinco minutos andando desde casa había un centro comercial con un montón de tiendas grandes alrededor: tiendas de electrodomésticos, de muebles, de deporte, tiendecillas pequeñas de todo tipo y un par de supermercados grandes: el Terno y el Tesco. Estábamos al lado de una zona comercial y eso siempre viene bien para lo que se quiera comprar... además, también encontramos un pequeño supermercado de barrio a 100 metros de casa.



A pesar de estar al lado de casa nos fuimos en coche porque teníamos que cargar con todas las cosas con las que se empieza una vida nueva: azúcar, leche, aceite, vinagre, sal, galletas, carne, papel higiénico, servilletas, algún utensilio de cocina... bueno, y cosas de ese estilo, porque la cuenta del primer día de súper sí fue un poco abultada :)

El viernes me tuve que levantar un poco más temprano para ir a hacer el examen así que a las ocho y media ya estaba en el instituto. Llegó el chaval, que sacó un 2 según el sistema de calificación checo lo cual viene siendo como un notable en España (5 suspenso, 4 aprobado, 3 bien, 2 notable, 1 sobresaliente). Al acabar el examen tuve que firmar allí unos papeles diciendo que yo había sido el examinador y que había puesto la nota y después nos fuimos Antonio y yo con Vlastík a abrir una cuenta en un banco checo: Česká Spořitelna.


Después de abrir la cuenta en el banco nos fuimos a tomar una cerveza, como no, a un bar del centro y Vlastík nos invitó, no sin antes decirnos que eso de invitar no se llevaba en la República Checa y que lo normal era que cada uno pagase la parte que había consumido en el momento de pedirle la cuenta al camarero. Eso fue algo que Antonio y yo no entendimos demasiado bien porque la forma de hacerlo no era ni siquiera dividir la cuenta entre la gente que había estado en el bar, sino que cada uno tenía que pagar exactamente lo que había consumido y si quería dejarle o no propina al camarero pues ya era cosa de uno mismo. Por cierto, también nos explicó que en República Checa no se suele dejar propina al camarero y que si se la quieres dejar (las coronas que faltan para que la cuenta se redondee a un múltiplo de cinco o algo así) no se deja encima de la mesa sino que se la das al camarero en mano cuando te da tus vueltas. Y es que los camareros cuando te cobran se traen un "carterón" con un montón de monedas y billetes para darte el cambio en el momento de pagar.

Después de las cervezas nos fuimos a casa a descansar y es que yo quería dormir un poco antes de que dieran las seis de la tarde, hora en la que tendría que salir hacia Praga para recoger a Saraí que llegaba a las diez y media de la noche después de más de 24 horas entre vuelos y esperas en aeropuertos.


Ni que decir tiene que para evitar añadir a su viaje otras dos horas y media más reservé una noche de hotel en un lugar cercano al aeropuerto.

Pero esa historia ya quedará para la próxima entrada... Agora só me falta buscar algunha foto para darlle un pouco de cor a esta entrada.

Na próxima entrada máis...

PD: Despois de case quince días desque marchei de México xa tiña bastantes ganas de ver a Saraí, que para iso é a miña esposa...

martes, 27 de agosto de 2013

Empezando una Vida (again) en Olomouc

Ya había llegado, el GPS me había dejado en la calle que le había dicho  (Čajkovského, que por cierto, viene de Tchaikovsky), ahora me quedaba bajar del coche y llamar a Vlastík, la persona encargada del programa en el instituto.

Cómo no, me tomé un par de minutos para analizar dónde estaba y todo lo que había recorrido, me bajé del coche y llamé por teléfono para decir que ya había llegado.


Vlastík aún estaba en el instituto así que me dijo que entrase y allí nos encontraríamos. Iba de camino cuando vi que una persona que venía andando, se quedó mirándome: "Ya verás tú ahora cuando me empiece a hablar en checo las risas que nos vamos a echar :)". Pero no, me habló en español, era Vlastík que venía a buscarme a la entrada del instituto.

Fuimos adentro y me presentó a la gente que sabía hablar español en el instituto, estaban todos allí porque era la hora de salida y aún no se habían ido. Me presentó también al compañero que acababan de contratar, al igual que a mí, para dar las clases de español. Se llama Antonio Doñas, tiene 33 años, es de Valencia y ya ha estado trabajando en Londres y en Lyon como profesor de universidad y en España como profesor de secundaria. Las primeras impresiones al hablar con él fueron bastante buenas y eso era algo importante porque íbamos a vivir uno al lado del otro durante, al menos, todo un curso académico.


Me enseñaron rápidamente la escuela y el departamento de español y después me llevaron a ver mi casa... iba acojonado, pero acojonado de verdad, y es que en la entrevista me habían dicho que la casa era bastante pequeña y ya me estaba empezando a temer lo peor: casa pequeña, vieja, en un cuarto o quinto sin ascensor... Cuando llegamos, a dos minutos escasos andando desde la escuela, ya vi que era una casa con jardín y con sitio para aparcar el coche, al aire libre pero dentro de los muros de la casa, eso sí, el jardín con la hierba bien cortada pero con los árboles bastante descuidados. Pensé, esto no es problema, no hay nada que no se solucione con unas buenas tijeras de podar.


La casa por fuera sí se veía antigua y ya iba necesitando urgentemente una mano de pintura, pero tenía que juzgar el interior de la casa... abrieron la puerta y ya me quedé bastante más tranquilo: la casa estaba recién pintada, tenía una habitación bastante grande, un salón enorme, una cocina grande y un baño pequeño pero funcional y en bastante buen estado. En cuanto la vi pensé que, con unas pocas cosas que le comprásemos, quedaría bastante bien.


Lo que sí tenía de malo la casa era la mesa para comer, que era muy pequeña, algunos armarios de la época comunista, una nevera MUY pequeña y algunas cortinas que estaban descolgadas... Pero como siempre que se ve una casa, hay que ver el potencial que tiene y si se podrá dejar como a uno le gusta haciendo una mínima inversión.

Así que más tranquilo por haber visto el lugar donde iba a pasar la mayor parte del tiempo, y después de que se fuese Vlastík, nos dedicamos Antonio y yo a descargar todas las cosas que venían en el coche... a fin que el coche también necesitaba volver a recuperar su peso normal.


Después nos fuimos a comer, ya tarde y, aunque me dé vergüenza admitirlo, nos fuimos a comer al McDonald's y es que, una cosa hay que reconocerle a la cadena de comida rápida, una BigMac es una BigMac en todo el mundo y en todo el mundo se llama BigMac y si quieres pedir el menú, con patatas fritas y bebida, le añades la palabra "Menu" y ya tienes la comida pedida sin necesidad de saber cómo se dice nada más en otro idioma. Aún por encima sabes que vas a tener conexión a internet gratis y sin contraseñas.


Fin del miércoles, ahora quedaba arreglar algunos temas burocráticos con Vlastík y esperar a que llegase mi chiquita el viernes a Praha después de unas 24h de vuelo.

Por cierto, para futuras referencias, el nombre del instituto: Gyzmnázium Čajkovského.

De A Coruña a Olomouc hay 3500 km

Eso no es del todo cierto, hay alguno menos pero la ruta que yo hice sí tenía todos esos kilómetros.

Y es que el viernes 23 de agosto ya tenía todo montado en el coche dispuesto a iniciar mi viaje que me iba a hacer cruzar medio continente europeo en coche.

Antes de montar todo en el coche tocaron las despedidas con los amigos que estaban disponibles esos dos días que yo pasé en Coruña. Logré despedirme de Juan el miércoles y de los amigos de la facultad (Iván, Jorge, Silvia y Mabel) el jueves. Cuando llegué el jueves por la noche a casa monté todo en el coche para, el viernes, poder salir sin entretenerme en nada más.

Pero el viaje no iba a ser directo, para el viernes aún me quedaba pasar por Melide a recoger algunas cosillas que había por allí, aprovechar para despedirme de los vecinos en esa media hora que paramos en casa y salir a Ourense para despedirme de mis tíos, primos y abuela.



A las tres de la tarde ya estaba rumbo a Alcalá de Henares donde me esperaban Alberto y Rosa para despedirse de mí también y darme alojamiento una noche más en España. Ese viernes salí de Coruña, pasé por Melide, Ourense, Madrid y Alcalá. El viernes por la noche, con el coche en el garaje de Alberto porque el coche iba ya cargado hasta los topes, salimos a tapear por Alcalá con Alberto, Rosa y sus primos.

El sábado tenía que ir a recoger unas cosas más a Corral así que me levanté por la mañana, fui hasta Corral, cargué más si cabe todavía el coche, me despedí de mi bar favorito, El Mónico (en el que me dieron como despedida un pincho de chuletillas de cordero, a parte de no cobrarme la caña) y volví a Alcalá para comer con mis amigos, echar una siesta y volver a poner el coche en la carretera para parar en mi siguiente destino.

Corral de Almaguer, Toledo, España
Alfaro, La Rioja, España
El siguiente destino fue la nueva casa de Álvaro: Alfaro. Allí me acogió durante dos noches y aproveché para despedirme de él, de Adela y de Pablo que ya están a punto de tener un hijo, Rodrigo. ¡Ah! y llené el coche un poco más con el nuevo libro de Álvaro: El Deseo y la Palabra. Un poemario del que ya había leído el manuscrito durante mis años de profesor visitante en Santa Fe y que ahora podía leer de nuevo en formato "libro de verdad".

Esos dos días fueron también de planificación del resto del viaje, y es que había estado viendo la ruta pero no había especificado los detalles de dónde parar a dormir. Así que durante esos dos días estuve calculando distancias, tiempos de viaje, horas que podría conducir (había que tener en cuenta que el jet lag seguía acompañándome en esos días)...


Finalmente me decidí a reservar hoteles por internet y no arriesgarme a que en alguno me dijesen que no había plazas. El lunes por la noche decidí que llegaría hasta Paray-Le-Monial (Francia) y dormiría en el "Comfort Hotel", un lugar en el que había internet gratis, aparcamiento (al aire libre pero dentro de los muros del hotel), y un gran desayuno-bufé por un precio más que razonable. Probablemente vuelva a parar en este lugar en alguno de los viajes que me quedan por hacer. Para el martes la ruta me llevaba a dormir a Plzeň ya en República Checa, en el hotel Ibis: aparcamiento al aire libre, internet en la habitación y un buen desayuno-bufé por un precio razonable... en éste no me quedé tan satisfecho como en el anterior y eso que me trataron bien y todo estaba muy limpio, es probable que al Ibis no vuelva de nuevo.

Pero bueno, esto era todo sobre el papel (aunque finalmente así fue), ahora faltaba empezar el viaje y poner kilómetros de por medio.

El martes a las 9:30am estaba ya en el coche con la idea fija en repostar en la gasolinera más barata de Tudela, realmente más barata, y poner rumbo a la frontera con Francia. Así lo hice y llegué a Irún sobre las 12:00pm.

 

Con una mezcla de "miedo-alegría-valentía-acojonamiento" pagué el peaje de Irún y después los cuatro o cinco que hay seguidos en Francia... a partir de ahí ya fue simplemente disfrutar los paisajes y poner atención a que no ocurriese nada extraño en la carretera.

Del viaje sólo destacar una de las estaciones de servicio en las que paré, Aire de Corrèze (A89, Francia), un lugar paradisíaco en medio de la carretera... muchos restaurantes donde elegir comida, parques alrededor, wifi gratis, juegos para los niños, muy limpio... espero acordarme del nombre para volver a parar allí en algún otro viaje. Ese día, sobre las siete de la tarde, llegué a Paray-Le-Monial cansado y con ganas de descansar.


Al día siguiente más de lo mismo con la novedad de que tenía que cruzar a Alemania y disfrutar de las autopistas de tres carriles y sin límite de velocidad (¡cómo pasaban los Mercedes, los Audis y los BMW silbando a mi lado! y eso que yo no iba despacio precisamente) y las áreas de servicio totalmente austeras con baños de metal. Antes de cruzar a República Checa reposté en € por última vez en una temporada.

Tras pasar la frontera y comprar la pegatina que te permite circular por las autopistas checas (por cierto, la frontera no es el mejor reflejo de este país) seguí mi camino hasta llegar a un McDonald's a conectarme a internet antes de seguir hasta Plzeň. Y es que ya en este país no entendía absolutamente nada de lo que me decían los carteles, menos mal que el GPS me lleva a cualquier sitio. Necesitaba serenarme un poco y pensar a dónde había llegado.

Una vez que me puse en contacto con los míos y ya me sentí con fuerzas seguí hasta el Ibis de Plzeň, a descansar y mañana a completar el camino.



A la mañana siguiente me di cuenta de dónde estaba a la hora del desayuno y es que no entendía nada de lo que se hablaba a mi alrededor y lo más sorprendente, de ser una persona medio-alta en España y alto en México, había pasado a ser del grupo de los enanitos... ¡vaya torres! ¡incluso las mujeres! Eso sí, ¡qué mujeres más guapas! (los hombres tampoco desmerecían nada) y cuanto pelo amarillo intenso... Ahora sí podía decir que "ha llegado a su destino".

A las diez salí del hotel y a las 13:30h del día 27 de agosto de 2013 llegué, por fin, a mi destino final: Olomouc, Česká Republika.

Pero claro, eso xa será parte doutra entrada que esta xa quedou moi longa.

jueves, 22 de agosto de 2013

Resumiendo una Vida


A Coruña, Galicia (España)
Santiago de Compostela, España

Ya estaba en España, en A Coruña, vamos, en casa de toda la vida... Eso sí, la visita tenía que ser corta, pero bueno, un nuevo destino me esperaba. Y lo cierto es que, a lo largo de los años, ya me he ido acostumbrando a estar en casa durante periodos cortos de tiempo.

Madrid, España

Toledo, España

Lo cierto es que, y lo voy a recordar aquí, desde que empecé la carrera de Matemáticas en Santiago de Compostela me he dedicado a ir de un sitio a otro conociendo gente, dejando amistades por todas partes y aprendiendo cómo se vive en otros lugares. Y como digo mil veces: "siempre pensé que acabaría la carrera, me volvería para Coruña, buscaría algún trabajo por allí (léase Galicia en general) y acabaría jubilándome y yendo para Melide"... pero no:

  1.  A los 18 años decidí ir a estudiar Matemáticas a la Universidad, como no había en Coruña, me tuve que ir a Santiago, algo cerca, tan sólo 70km y a una hora de casa en tren.
  2. Al acabar la carrera me volví a estudiar el CAP (Curso de Adaptación Pedagógica) a Coruña y, una vez acabado el CAP, encontré trabajo dando clases particulares a algunos niños, el único dinero que pude sacar "da miña Terra Galega".
  3. Al poco de estar trabajando como profesor particular me llamaron para hacer una beca de programador informático en Coritel BPM, Madrid. Así que me cogí todos los bártulos y me fui a vivir a Toledo, a 650km de Coruña, para ir a la beca a Madrid todos los días... así estuve unos dos meses hasta que me dieron trabajo de verdad en la empresa, así que me decidí a ir a vivir a Madrid capital, a 600km de Coruña, y así estar más cerca del trabajo. Estuve en la empresa algo más de un año y medio hasta que decidí que aquella vida como programador informático y en una ciudad tan grande como Madrid no era para mí y decidí dejar el trabajo con la idea de lograr ser profesor. Tuve suerte, y como me había presentado a las oposiciones en Castilla-La Mancha dos años antes me llamaron para hacer sustituciones y ahí entré en el mundo de la educación reglada.
  4.  Seguía viviendo en Madrid y me dieron trabajo en Toledo, así que, el trayecto que había hecho dos años antes lo empecé a repetir a la inversa. Cuando se acabó el curso escolar dejé mi casa de Madrid y me fui, "de vacaciones", a Coruña.
  5. El año siguiente, curso 2006-2007 por cierto, no tuve tanta suerte y me quedé en Coruña sin trabajo hasta el mes marzo, momento en que me volvieron a llamar de Castilla-La Mancha para irme a trabajar a Talavera de la Reina (Toledo). Así que otra vez recoger todos las cosas para empezar nueva vida en nueva ciudad, esta vez a 666km de casa. Estuve en Talavera tres meses, hasta que se me acabó la sustitución, después otra vez a Coruña a seguir preparando las oposiciones.
  6. Los dos años siguientes tuve la gran suerte de ir a trabajar durante el año completo a Corral de Almaguer (Toledo), a 700km de Coruña. Y digo suerte porque allí conocí a mucha gente que me ayudó en muchas cosas y que sigo considerándolos mis amigos (Álvaro, Carmen, Adela, Isa, Cris, María, Héctor, Ángel...)
  7. Cuando estaba acabando el curso 2008-2009 tuve la enorme suerte de que me diesen trabajo en Santa Fe, New Mexico (USA) mediante el programa de Profesores Visitantes. Así que, en julio de 2009, monté en un avión con una maleta llena de ropa, a empezar nueva vida en tierras americanas. Fueron tres años muy buenos en los que viajé todo lo que pude y más y acabé conociendo a Saraí y casándome con ella antes de regresar a España (aventuras que están escritas en mi "blog americano"), por cierto, ahí estaba como a unos 8000km de Coruña.
  8. En verano de 2012, y tras ir a Monterrey (México) a pasar las vacaciones con la familia de Saraí, nos volvimos para iniciar una vida en común en España. Como ese año habían recortados muchos interinos debido a la crisis nos tocó ir vagando por Castilla-La Mancha y así estuvimos viviendo en Sacedón, Ciudad Real y finalmente en Corral de Almaguer (de nuevo). Cansados de la situación de crisis en España y de tener que movernos cada pocos meses a otra ciudad decidimos echar los papeles para ver si nos aceptaban en el programa de Secciones Bilingües en República Checa, a 2800km de Coruña... y aquí estamos escribiendo el blog :)
Olomouc, República Checa
Santa Fe, New Mexico (USA)
En resumen, empecé a alejarme de Coruña cuando tenía 18 años y poco a poco me fui alejando más todavía... en mente sigo teniendo el volver a Coruña a vivir definitivamente (léase Coruña, Melide o Galicia en general), retomar mis amistades originales y disfrutar con todos ellos de una vida sedentaria en lugar de "trashumante", ¿llegará ese momento algún día? Probablemente, o al menos eso me gusta pensar, pero mientras tanto... aún queda mucho mundo por ver y recorrer.

Pero eso si, voltar, voltaréi, aínda que só sexa de vacacións para que os meus amigos non se esquezan de min.

martes, 20 de agosto de 2013

Últimos Días por México y Llegada a Coruña

Ya estaba la plaza aceptada y ya estaba todo el papeleo hecho. Ahora sólo quedaba completar algún que otro detalle antes de salir hacia República Checa.

Lo primero que hicimos fue decírselo a nuestros amigos para informar del nuevo rumbo ¿inesperado? de nuestra vida. En México pudimos decírselo en persona a prácticamente todos, a la gente de España se lo dijimos por WhatsApp, mail o Facebook y, como aún teníamos un viaje pendiente a Santa Fe, NM, nos encargamos de decírselo en persona a los compañeros que siguen por aquellas tierras.



Todos nos dieron la enhorabuena y todos nos acabaron preguntando lo mismo: ¿Cómo os vais a hacer entender por allí? ¿sabéis checo? (bueno, a veces la pregunta se convertía en : ¿en qué idioma hablan allí?)

Las respuestas eran muy claras: "ni puta idea" y "no". En el instituto sabía que no iba a necesitar saber checo porque los alumnos a los que les iba a dar clase son totalmente bilingües así que, profesionalmente, no me importaba demasiado lo de idioma. Eso sí, a nivel personal (supermercado, cafeterías, bares, bancos...), sí íbamos un poco más acojonados aunque confiábamos en que hubiese gente que supiese hablar en inglés.

En eso también consisten las aventuras, ¿no? En no saber al 100% lo que te vas a encontrar.

Durante nuestras vacaciones de una semana, la primera de agosto, en New Mexico nos enteramos que yo tendría que estar en Olomouc la última semana de agosto y precisamente mi vuelo, a A Coruña, lo tenía planeado para el día 27 de agosto (llegada el 28)... no había forma de llegar a Olomouc en fechas. Para evitar mayores preocupaciones decidimos no estudiar fechas ni posibles cambios de billetes hasta llegar a México. Así que nos dedicamos a disfrutar con nuestro amigo Santiago de la ciudad que nos había acogido durante tres años y que había visto cómo nos dábamos el: "I do"


Al llegar a Sabinas Hidalgo (México) empezamos a estudiar las posibilidades que había para llegar a Olomouc:
Ya habíamos decidido que íbamos a llevar el coche hasta la República Checa porque a la hora de viajar nos iba a dar mucha más libertad y por lo que había investigado con el Google Maps y Vía Michelín el viaje era de 3 días, 28+3=31, fin de semana, o sea, que no.

Sólo quedaba una opción: cambiar los billetes de avión. Miramos los precios de cambio de los billetes, nos estábamos temiendo lo peor, y finalmente, a través del servicio de atención telefónica de E-Dreams pude hacer el cambio por "tan sólo" 400€, lo cierto es que estaba temiendo que me dijesen que no había posibilidad de cambiarlo o que el cambio fuese por la misma o mayor cantidad que un billete de ida y vuelta, así que cuando me dijeron ese precio hasta me pareció asequible... sobre todo teniendo en cuenta que el vuelo era Monterrey-México DF-Madrid-A Coruña. Mi billete ya estaba cambiado para el día 19 de agosto (llegada el 20) y eso me garantizaba unos días en Coruña para librarme del jetlag antes de salir de viaje.


Faltaba el billete de Saraí y las opciones eran dos: dejar el vuelo para el día en el que lo tenía (Monterrey-Madrid) y comprar el otro tramo hasta Praga o cambiar su vuelo e ir a recogerla a Madrid en coche antes de salir para República Checa.

Tuvimos que gestionar su cambio de billete directamente en las oficinas de Aeroméxico en Monterrey y en cuanto escuchamos el precio del cambio de billete (unos US$700) decidimos que la mejor opción era que utilizase el billete que tenía (para llegar el 30 a Madrid) y de allí compraríamos un vuelo para Praga, lo cual costaba algo menos de 200€.

El día 13 de agosto ya teníamos todo decidido acerca del viaje:

  1. El día 19 de agosto volaría yo desde Monterrey para llegar a Coruña el día 20. Descansaría en A Coruña hasta el día 23 y ese día por la mañana atravesaría España en dirección a Olomouc.
  2. Saraí se iría en la fecha que tenía prevista, 29 de agosto desde Monterrey y llegada el 30 de agosto a Madrid, para coger un vuelo el mismo día 30 desde Madrid a Praga.
  3. El día que ella llegase a Praga estaría yo esperándola en el aeropuerto para volvernos a Olomouc.
Se fueron acabando poco a poco las vacaciones y, el día 19, ya tenía todas las cosas preparadas para regresar a España.

El día 20, después de unas 18 horas de aviones, llegué a Coruña muerto de cansancio pero contento de estar en casa de nuevo.




jueves, 1 de agosto de 2013

Comienza el Papeleo


Después de que me dijesen que me habían dado la plaza en Olomouc me quedaba por delante ordenar, compulsar y enviar todos los papeles que me exigía el Ministerio.

Estaba claro que desde México no iba a ser yo el que gestionase todo el papeleo, entre otras cosas porque todos los títulos y cursos que me exigían no estaban conmigo, así que el mismo día de la llamada me puse en contacto con mi padre y le dije que tenía que ayudarme con todo lo del papeleo puesto que todo lo necesario estaba en casa de mis padres.

Así que ahí me veis a mí recordando donde estaba cada papel, suerte que están todos juntos y bien localizados, y a mi padre del otro lado del Google Hangouts buscando y ordenando todos los títulos, cursos y tiempo trabajado que me exigía la convocatoria.

Desglosándolo por partes, lo que pidieron fue (y valga para próximas incorporaciones al programa SB):

  1. Título de Matemáticas (compulsado)
  2. Título del CAP (compulsado)
  3. Cursos de formación (compulsados)
  4. Títulos acreditativos de idiomas (compulsados)
  5. Carta de aceptación de la plaza (la genera automáticamente Profex cuando la aceptas)
  6. Carta de estar al corriente de pagos con Hacienda (la escribí yo mismo)
  7. Carta de motivación (no estoy seguro de que esto fuese necesario enviarla, también escrita por mí)
  8. Certificado Médico Oficial (le pedí a mi médico de cabecera que me hiciese una, tuve que comprar el papel oficial en el estanco, léase, lo tuvo que hacer mi padre y, como es mi médico de cabecera y tiene todo mi historial me la firmó sin necesidad de presentarme en la consulta)
  9. Tomas de Posesión/Cese de los distintos trabajos en los que he estado (compulsados)
Después de hablar más de una vez y hacer las fotocopias para las compulsas, por fin pudo llevar mi padre todo el paquete a la Delegación de Educación en A Coruña para su compulsa y que lo enviasen al Ministerio. Una vez enviado ya podía descansar tranquilo.


La siguiente duda que me surgió fue si tenía que hacer algo para el tema del visado del trabajo así que me puse en contacto con Juan Carlos, el chico que me había informado del programa dos años antes, y le pregunté que qué tenía que hacer para poder ir a trabajar allí. Y mi pregunta, antes de la respuesta que me dio, tenía su lógica porque para ir a trabajar a Estados Unidos había tenido que hacer un chingo de cosas: ir a la embajada, presentar mis cuentas del banco, convalidar mis estudios en el WES... Vamos, que si el proceso era igual no me quedaba otra que volverme a España a principios de agosto.

Claro que cuando vi su respuesta en el mail ya me quedé más tranquilo y supe que podía "acabar" mis vacaciones en México. La respuesta fue que República Checa formaba parte de la Unión Europea (que no del €) y por lo tanto estaba suscrita al "Espacio Schengen", lo que me brindaba la oportunidad de atravesar las fronteras europeas sin nada más que el DNI, como ya sabía, y además que podía trabajar en cualquier país sin necesidad de visados ni nada del estilo, eso no lo sabía y me dio una gran alegría.


Y ya, eso fue todo el papeleo que tuve que hacer previamente a mi llegada a República Checa: ¡Qué gran diferencia con USA!

Ahora sólo faltaba ir avisando a los amigos de la nueva noticia acerca de nuestro siguiente país de residencia... pero eso, como siempre digo, ya será parte de una nueva entrada.

PD: Si queréis ver la diferencia de papeleo que tuve que hacer entre USA y República Checa pincha aquí.